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UN HOTEL MONUMENTO EN GALICIA
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Por Sebastián Posada
No figura en los tours típicos de las grandes ciudades de
Europa e incluso quienes piensan en visitar España muchas veces ni siquiera la
tienen en cuenta, optando en cambio por Madrid, Barcelona o Sevilla. Sin
embargo, para un selecto grupo de conocedores, no hay ningún otro sitio en el
mundo que pueda compararse con Santiago de Compostela, la ciudad ubicada en
Galicia que es indiscutiblemente la capital espiritual de la península ibérica.
Hasta allí llegan todos los días infinidad de peregrinos que se largan a
recorrer a pie el famoso Camino de Santiago, en travesías que pueden llevar
desde varias meses hasta algunos días, y en el que por motivos religiosos,
personales o simplemente para buscarse a si mismos, los viajeros provenientes
de todos los rincones del mundo deciden abandonarlo todo para echarse a
caminar, con un sólo objetivo en mente: llegar al final del camino a la
majestuosa catedral que preside la ciudad desde tiempos inmemoriales y que no
puede compararse con ninguna otra del continente europeo.
Aunque basta pisar sus calles empedradas y recorrer el
centro de estilo gótico para comprender cual es la razón de que Santiago de
Compostela sea una verdadera obsesión para quienes han estado allí alguna vez,
ninguna visita puede estar completa sin alojarse en el Hotel Monumento San
Francisco, un establecimiento hotelero que lo dice todo en su nombre. Ha sido
edificado reciclando parte de un
convento de la orden franciscana, que fue fundado siglos
atrás por el propio San Francisco de Asís en su peregrinación a tierras
gallegas. El hotel, erigido a escasos metros de la legendaria Plaza del
Obradoiro, el punto más céntrico de Santiago, ubicada frente a la Catedral,
tiene todas las comodidades de un establecimiento moderno de 4 estrellas, pero
en sus amplios pasillos se respira historia.
Cuando fue renovado en el año 2005,
se preservaron partes del antiguo convento, al igual que la iglesia de San
Francisco, una de las mas altas de la ciudad, que construida a mediados del
siglo XVIII en el mismo sitio en el que se erigió antes otro templo, sigue funcionando
al día de hoy en el edificio contiguo al hotel. En los hechos, los responsables
del proyecto son los padres franciscanos, quienes todavía siguen viviendo en
otra parte del edificio. Dentro de la iglesia, puede visitarse también un
asombroso Museo de Tierra Santa, en el que se guardan muchísimos tesoros que
los padres han traido a lo largo de los siglos en sus viajes a lo que hoy es
Israel.
La historia, sin embargo, nada tiene que ver con la forma en
que el Hotel Monumento San Francisco atiende a sus huéspedes. Quienes se alojen
en sus amplias habitaciones, todas decoradas siguiendo el estilo del edificio y
con maravillosas vistas, tendrán a su disposición wi-fi inalámbrico, televisores
de considerables dimensiones y un eficiente servicio a cuartos, y además podrán
disfrutar de un extraordinario desayuno que incluye muchos platillos típicos de
la gastronomía española, como tortilla de patatas, jamón serrano o la
característica Torta de Santiago.
Es que si algo recuerda permanentemente la
presencia de los franciscanos es su restaurante San Francisco, que ofrece un
servicio de cocina conventual para el almuerzo o la cena a escasos 19.50 euros
por persona. El hotel además cuenta con enormes salones para realizar fiestas o
reuniones en partes recicladas del antiguo convento, como el reflectorio, que
era el sitio en el que los frailes se reunían a cenar. El rebautizado Comedor
Monumental, por ejemplo, puede albergar hasta a 400 personas en sus
instalaciones.
Lo mejor de todo, sin mencionar su piscina ni su jazuzzi, es
el precio. Una noche en temporada alta con desayuno no supera los 115 euros, y si
se agrega media pensión, la tarifa no alcanza los 150 euros.
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